Tomás Ariztía en Milenio al Aire: Los limites del capitalismo verde y sus alternativas
A propósito de la Pandemia, El director del Núcleo Milenio de Investigación analizó la relación de la actual situación con la crisis climática, planteando la necesidad de incorporar a las CCSS para ir más allá de enfoques tecno deterministas en el abordaje de los problemas ambientales.
Desde el punto de vista de las ciencias sociales Tomás Ariztía, sociólogo y director de NUMIES, observa dos crisis fundamentales que están dando vuelta mientras guardamos confinamiento. La primera, es la del capitalismo global asociado a los fenómenos de exacerbación de la desigualdad, el resurgimiento de los nacionalismos y las otras derechas. Con estas crisis, la sensación instalada desde los 90 de que vivimos el “fin de la historia” en un orden liberal capitalista se desvanece.
La segunda es la crisis socioambiental. Ésta crisis y la climática, se ha vuelto más evidente que nunca en la pandemia la cual en sus causas expone los límites y falencias en las formas que tenemos de relacionarnos con la naturaleza. Bajo las limitaciones, Tomás Ariztía enfatizó la necesidad de trascender miradas que descansan en el solucionismo tecnológico los problemas ambientales (la idea de que desarrollos a nivel tecnológico podrán arreglar todos problemas que arrastramos hace décadas) y, en su lugar, llama a replantearnos la dimensión profundamente social, política y normativa de los cambios que se requieren para abordar la crisis climática.
El director de NUMIES ilustró estos desafíos abordando los límites que presentan enfoques que abordan los problemas ambientales desde una perspectiva principalmente económica o tecnológica. El problema de estas miradas es que reducen el ámbito de lo “relevante” a los aspectos que pueden ser valorados económicamente, relegando otras formas de abordar estos desafíos. Con ejemplos de su investigación en el campo de los negocios en economía circular discutió cuales son los límites a esta “idea de que en la medida en que somos capaces de generar un valor económico a los problemas ambientales estos van a ser visibles. Sin embargo, (…) una mirada de este tipo implica esconder que existen otras formas de valorar nuestro mundo en común que no son monetarias y que pueden permitir abordar la complejidad de estos desafíos y las soluciones posibles”.


