Tras las tecnologías locales para la acción climática
Con el objetivo de identificar formas locales de enfrentar y resolver problemas derivados de la crisis socio ambiental en curso, investigadores NUMIES realizan un catálogo de tecnologías locales para la acción climática. El proyecto de investigación financiado por la Iniciativa Milenio (PME) nace de la colaboración con la Fundación para la Superación de la Pobreza.
Los distintos artefactos, estrategias o practicas desarrollados por comunidades y actores locales para enfrentar y resolver los problemas ambientales que viven en sus territorios no han sido suficientemente considerados por el estado y otras instituciones. Sin embargo, estas diversas tecnologías locales, así como el conjunto de saberes que movilizan, son sin duda uno de los principales recursos que tenemos para enfrentar la crisis ambiental en curso. Con este diagnóstico, el catálogo de tecnologías locales para la acción climática, realizado en conjunto por NUMIES y Funasupo busca dar visibilidad a este tipo de tecnologías.
Este proyecto, liderado por Tomás Ariztía, Director NUMIES, y la antropóloga Aline Bravo (Investigadora NUMIES y coordinadora académica) y financiado por los fondos de Proyección con el Medio Externo (PME) 2019, asociado a la Iniciativa Milenio, busca trabajar con distintas comunidades locales para poder conocer y visibilizar distintas modalidades de creación, uso y/o apropiación de tecnológicos locales orientadas a hacer frente a la crisis socioambiental en curso.
El proyecto entiende por tecnologías locales todos aquellos artefactos, estrategias o prácticas orientadas a resolver o mitigar algún problema concreto de carácter socioambiental en un territorio determinado. El foco está en estudiar aquellas tecnologías que nacen de las comunidades en sus territorios y que descansan en el uso de conocimientos situados para la resolución de problemas vinculadas al medio ambiente. Esta definición, incorpora por una parte tecnologías que han sido creadas por comunidades o actores de forma original, y por otra, la existencia de reapropiaciones, modificaciones o adaptaciones a tecnologías introducidas como resultado del uso que se hace de ellas en situaciones concretas.
“Nuestro objetivo es, por una parte, conocer las tecnologías que se pueden haber creado los territorios para enfrentar problemáticas relacionan la acción climática y, por otro lado, ponerlas en valor a través de una plataforma donde vayamos registrando las tecnologías que vamos identificando”, explica Aline Bravo.
Si bien, inicialmente este proceso consideraba trabajo en terreno desde el primer semestre de 2020, las condiciones sanitarias obligaron a reformular el proceso para avanzar de forma digital. Para ello, se estableció una alianza con la Fundación para la Superación de la Pobreza que tiene una larga tradición de trabajo territorial en estos temas y ya mantenía vínculos con los territorios.
A través de Servicio País, que cuenta con presencia local, permitirá trabajar en tres territorios, Alhué, Pichidegua y Empedrados, son tres comunas de la región Metropolitana, sexta y séptima. Estas comunas serán un primer piloto para trabajar en el desarrollo de las metodologías y eventualmente pensar en replicar el proyecto en otras localidades
Actualmente ya NUMIES ya realizó un catastro previo buscando tecnologías a nivel nacional, el que se expandirá con la información de FUNASUPO y entrevistas con Servicio País. El desafío no es menor, ya que los investigadores trabajan con un concepto de tecnología más amplio del que se usa cotidianamente.
“Normalmente las personas entienden la tecnología como algo que tenga que ver con electricidad o con innovación científico tecnológica. Nuestra idea, en cambio, es pensar esta tecnología desde las bases -que a veces se llama como grassroot innovation o innovación de base- ya que es un tipo de tecnología que surge de los territorios para sus problemáticas específicas, por ejemplo, la administración de recursos como el agua o adaptación de transferencia tecnológica de parte de ONGs, fundaciones o entidades del Estado. Muchas veces surgen sin una intención de replicabilidad, aunque puedan tener el potencial”, agrega Aline Bravo.
Durante los últimos meses, el equipo ha venido identificando y contactando a distintos actores y tecnologías en las localidades seleccionadas, con lo cual ya tienen un primer levantamiento preliminar. Sobre la base de este trabajo, el equipo estima que en septiembre visitarían las tres comunas (Alhué, Pichidegua y Empedrados) y eventualmente otras localidades aledañas con foco en realizar un trabajo de levantamiento con las comunidades y actores locales.
En paralelo, han estado trabajando en el desarrollo de una plataforma digital la cual espera convertirse en el repositorio de un catálogo de tecnologías locales para el cambio climático. Este busca ser un espacio en donde se puedan conocer las tecnologías, sus historias y su relación con las comunidades que las desarrollaron.